La pulsioximetría es una herramienta médica simple pero fundamental que se utiliza para medir la saturación de oxígeno en la sangre, un indicador crítico de la salud respiratoria de una persona. Su funcionamiento se basa en principios de fotometría, que implican la emisión de luz a través de un tejido, generalmente el extremo de un dedo, y la medición de la cantidad de luz absorbida por la hemoglobina oxigenada y desoxigenada en la sangre.
El pulsioxímetro, el dispositivo utilizado para llevar a cabo esta medición, consta de un pequeño clip o sonda que se coloca en un dedo, oreja o dedo del pie. Cuando se activa, emite dos tipos de luz: roja e infrarroja. Estas longitudes de onda de luz son absorbidas de manera diferente por la hemoglobina oxigenada y la desoxigenada. La información sobre la cantidad de luz absorbida se procesa para determinar la saturación de oxígeno en la sangre, expresada como un porcentaje.
La pulsioximetría es una herramienta invaluable en el ámbito médico y se utiliza en una variedad de situaciones clínicas. Se emplea comúnmente para monitorizar pacientes durante cirugías, procedimientos médicos invasivos o después de eventos traumáticos. También se usa en el cuidado de pacientes con afecciones respiratorias crónicas, como la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) o la fibrosis quística, para evaluar la eficacia de la terapia de oxígeno y detectar problemas respiratorios tempranos.
Además, la pulsioximetría es una herramienta crucial en el seguimiento de pacientes con COVID-19, ya que ayuda a detectar signos tempranos de hipoxia, una condición peligrosa en la que los niveles de oxígeno en la sangre son bajos. También se utiliza en entornos de cuidados intensivos para monitorear a pacientes gravemente enfermos y asegurarse de que reciban la cantidad adecuada de oxígeno.
En resumen, es una técnica no invasiva que proporciona información vital sobre la saturación de oxígeno en la sangre y desempeña un papel crucial en la atención médica, desde la monitorización de pacientes quirúrgicos hasta el manejo de enfermedades respiratorias crónicas y la detección temprana de problemas de oxigenación. Este pequeño dispositivo ha demostrado ser una herramienta esencial en la atención médica moderna.